miércoles, 17 de agosto de 2011

EL GUERRERO NUMERO 13

Recordarán los lectores habituales de este blog (en caso de que alguno hubiera) que hace unas semanas ya nos hacíamos eco de las dificultades para Sergio Scariolo este verano de dar con la lista definitiva para el Europeo de tierras lituanas. Una dificultad siempre por exceso de calidad, afortunadamente, pero hacíamos hincapié ya en Junio en los quebraderos de cabeza que debe originar el intentar cuadrar un puzzle lo más completo posible, tarea fácil en cuanto a la calidad de los jugadores, pero no obstante complicada por las distintas fisionomías que puede presentar la selección según sea el grupo definitivo. 

En vísperas del amistoso mañana contra Lituania en Kaunas, con tres partidos a nuestras espaldas, y ya conocidos los cortes, bastante lógicos y esperados, de Rafa Martinez y Xavi Rey, volvemos a echar una mirada sobre el aspecto definitivo que puede presentar la selección que intente revalidar el brillante oro conseguido hace dos años en Polonia.

En primer lugar no creemos que el debate deba ceñirse solamente a Sada o Suárez. Yo aportaría tres nombres más: Llull, San Emeterio y Claver. Apostaría como fijos por tanto solamente por Calderón y Ricky, y Navarro y Rudy, como parejas exteriores, y no tocaría a ninguno de los cuatro pivots (Pau, Marc, Felipe e Ibaka)     

¿Y por qué no los dos?


Analicemos por tanto el tipo de selección que nos quedaría con cada uno de los cinco descartes. Vaya por delante que este análisis lo realizo en base a una serie de factores, entre ellos la calidad individual del jugador, pero siendo este sólo un factor más junto a la posición en la que juega, como está cubierta dicha posición, confianza que le pueda transmitir el seleccionador, etc 

Si yo tuviera que elegir cual fuese el descarte, probablemente me decantaría por Sergio Llull, con lo cual supongo que sería corrido a gorrazos por la afición, y no les faltaría razón, ya que hablamos de un jugador superlativo, pero, como suele ser habitual, todo tiene su explicación.  

Realmente no tendría dudas con Sada, ¿la razón?, yo siempre llevaría tres bases puros a un torneo de este tipo, un campeonato largo, con nada menos que once partidos en poco más de dos semanas, no me la jugaría a quedarme cojo en tal posición. De entre las muchas cosas que puede hacer Llull, creo que para la dirección de juego es para la que menos está dotado (y sigo insistiendo que el gran error del Real Madrid esta temporada es no querer fichar a un base puro que se complemente con Rodríguez, y la pareja de los dos sergios como directores de juego, va a conducir al equipo blanco a un curso desastroso) Por lo tanto, Sada entraría dentro de mi selección definitiva. 

La pieza más difícil de encajar, pero a la vez una de las más valiosas.


¿Qué sucede con Llull?, es un jugador de un enorme talento, consolidado ya dentro de la selección, y pocos jugadores como él pueden ser capaces de aportar tanta energía al equipo en los diez o quince minutos que pueda tener por partido. En los tres partidos de preparación hasta el momento le hemos visto sobre todo compartir minutos en cancha con otros dos exteriores, formando tríos de “bajitos”, con un base y Navarro o Rudy, es decir, prácticamente jugando de alero, donde desde luego, incluso jugando de tres, ofrece más garantías que de base, posición donde sobradamente ha demostrado que no cumple, va contra la naturaleza de su juego. 

Un Llull utilizado por Scariolo como falso alero nos lleva a hablar por lo tanto de los otros tres posibles descartes, los aleros puros, la posición en la que el mister menos confía, y un puesto absolutamente huérfano desde que el gran estajanovista por excelencia de nuestro baloncesto, Carlos Jiménez, se retirase de la selección siguiendo los ciclos lógicos de la vida deportiva. El jugador en quien más confía Scariolo para ese puesto es un escolta nato como Rudy, haciendo pareja con Navarro, y siendo Llull el primer relevo de ambos, por lo tanto entre Rudy, Navarro y Llull parece que tienen que repartirse los dos puestos de escolta y alero, es decir, tres escoltas. Claver, jugador con dos veranos consecutivos en la selección, apenas ha recibido la confianza del entrenador, y su participación en este Europeo posiblemente se deba más (en caso de que se produzca) a sus puntuales aportaciones como cuatro, como hombre alto que amenace de fuera y nos permita jugar con cuatro jugadores abiertos, que como alero, posición que parece su natural. Suárez, nuestro tres más puro, es un jugador que ha limitado su juego esta temporada en el Real Madrid, pese a que la sensación que deja es de hacer una buena temporada (por cierto, tanto Llull como Suárez presentan peor valoración media que un jugador menos apreciado por el aficionado como Claver), es inconcebible que uno de los mejores treses de la ACB, quizás el mejor en su puesto sólo superado por Pete Mickeal, haya mirado más veces aro de tres que de dos, cuando podría generar muchas ventajas jugando al poste sobre sus defensores. Es de agradecer el esfuerzo defensivo y en el rebote del jugador de Aranjuez, pero también hay que recriminar su actitud timorata frente al aro. Algunos jugadores se empeñan tanto en jugar para el equipo y no para sus números (lo cual, como digo, es digno de elogio), que parece que se olvidan que el equipo también necesita que de vez en cuando den un paso adelante en ataque y se la jueguen sacando un poco de su repertorio más individual y egoísta. A veces siendo egoísta también se juega para el equipo (Navarro puede ser un ejemplo) San Emeterio, por otro lado, está en ese punto de madurez, de conocimiento de su juego, y de liderazgo dentro de su club, que le hace merecedor también de estar entre nuestros doce hombres para Lituania. Por contra, no parece capaz de aportar tanto en rebote y defensa como Suárez y Claver contra aleros altos, y tampoco puede cubrir una eventual posición de falso cuatro para jugar en abierto como si pueden hacerlo los dos citados. Recordemos que es un tipo de juego que siempre se nos ha dado bien, y que por tanto parece lógico que sigamos siendo una selección que explote el juego con “bajitos” que corran y con “altos” que se abran.   

¿Habrá minutos por fin para Claver?


Como veis, la elección del descarte no es nada fácil. Por un tipo de lógica que habla de cubrir posiciones insisto en que Llull, un jugador que tiene por delante en su posición natural a Navarro y a Rudy debería ser el sacrificado. Pero por otro lado la lógica de que vayan los mejores nos hace pensar que es un disparate que el menorquín no sea hoy por hoy uno de los mejores doce jugadores españoles. Si Suárez, Claver y San Emeterio ocupan posiciones en las que el mister no confía en prácticamente nadie, el descarte bien pudiera venir por ese lado. Lo único que yo si tengo claro es que hay que ir con tres bases, por lo tanto Sada ha de formar parte de la lista definitiva. 

Y más preguntas, ¿pasará Suárez por fin el corte definitivo?


Como también tengo claro que, sea cual sea ese “guerrero número 13” (recordando aquella película de John McTiernan con Antonio Banderas basada en una novela de Michael Crichton) descartado, ese jugador que no podrá defender nuestros colores en Lituania, será una injusticia su ausencia. Es el sino de los tiempos del baloncesto español, y bienvenido sea este sino. El del exceso de calidad para el que doce plazas se quedan pequeñas.  

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