domingo, 11 de septiembre de 2011

UN POCO DE TÁCTICA: JIM CARREY Y EL KEBAB

Tremenda la jornada baloncestística que nos depara hoy el Eurobasket de Lituania. El cierre del fortísimo grupo E nos trae tres partidos en los que hay mucho en juego en cada uno de ellos, para empezar una auténtica final la que depararán Serbia y Turquía, el que gane sigue adelante, el que pierda a la calle. Así de simple y prácticamente sin más cábalas (aún así Turquía tras ganar tiene que esperar la victoria lituana sobre Alemania) España y Francia se juegan el liderato de grupo y esquivar a Grecia para recibir al vencedor del Eslovenia-Finlandia, y Lituania, la brillante Lituania que tanto nos ha gustado en estas dos primeras fases del campeonato, debe asegurar la victoria o en todo caso una derrota por menos de 11 puntos ante una Alemania que aún llega con opciones al cierre del grupo. Por lo tanto jornada de emociones fuertes para los seguidores del Eurobasket 2011. 

El dramático encuentro entre balcánicos y otómanos comienza exactamente en estos momentos en apenas 15 minutos, por lo que es posible que interrumpa la escritura de este texto para seguir el partido. En realidad quería que esta entrada tratase sobre un pequeño detalle táctico que me ha llamado la atención porque me ha retrotraído a las finales de la NBA de esta pasada temporada y a uno de los movimientos que Rick Carlisle, enorme responsable del anillo tejano, utilizó para poder superar la que parecía infranqueable defensa de los Heat. No vamos a volver a incidir sobre todo el trabajo del Jim Carrey de los banquillos en las pasadas finales, ya que escrito está en las diversas entradas que dedicamos a analizar las series, pero no obstante es justo volver a recordar que Carlisle fue un entrenador en todo momento dinámico y que buscó cambiar las tendencias del play-off, superando claramente a un Spoelstra timorato quien en ningún momento oteó nada con lo que sorprender al entrenador neoyorquino.  


Un Carlisle de "oscar".


A menudo el aficionado medio, entre el que lógicamente me incluyo, ve los partidos de una manera demasiado natural, prácticamente siguiendo al jugador que lleva el balón, incapaz de centrar su atención en el global del dibujo del juego, en el trabajo de los jugadores sin balón y los movimientos defensivos. Por eso el descubrimiento del trabajo del video-blogger Piti Hurtado, estudioso del juego en su globalidad, ha sido una feliz noticia para mí en estos días del Eurobasket. Por otro lado la imposibilidad de haber visto integros todos los partidos disputados hasta el momento (digamos que en un 75%) hace que también se me hayan escapado muchísimas cosas de gran riqueza para cualquier aficionado. El citado Piti está colgando estos días diversos videos en los que analiza muchas de las tácticas de nuestra selección y de los rivales, echando una ojeada a sus análisis, me he encontrado con una táctica turca que, como digo, me ha recordado a algo que utilizó el bueno de Carlisle en las finales. 

Desde el comienzo del torneo he dicho que el rival que más me preocupaba para nuestra selección, debido a estilo de juego y perfil físico de los jugadores, era Turquía. Un rival que te niega el ritmo alto, que no deja correr, y que sobre todo encuentra una gran fortaleza en unos pivots absolutamente molestos, duros, rocosos, que llevan el partido al terreno granítico del músculo. Ya hemos comentado también en este blog que Turquía es el país que más y mejores pivots ha producido en los últimos años, una generación de hombres altos envidiable que parece no tener fin, el ejemplo de Kanter es la penúltima realidad en este aspecto, dando un paso adelante ya en su combinado nacional, haciendo olvidar la ausencia de Semih Erden, y convirtiéndose en una de las sensaciones del Europeo (cosa que por otro lado creo que nadie podía dudar) Uno de los mejores usos que está haciendo Orhun Ene (mítico ex-jugador de larga carrera con su selección que ahora como entrenador tiene la difícil papeleta de suplir a Bogdan Tanjevic) de sus torres es un doble bloqueo frontal, sobre todo cuando coinciden en pista Kanter y Asik, que libera al jugador que inicia el ataque otómano, que no siempre es el base, por otro lado, teniendo en pista a ese "point-forward" que es Hedo Turkoglu. Un buen detalle que Piti Hurtado ha bautizado como el "kebab", y que cuando lo vi enseguida me hizo recordar a un ágil movimiento de Rick Carlisle en el segundo partido de las finales de la NBA.  




Miami parecía hacer imperar la lógica de su discurso exhuberante en lo físico, su defensa axfisiante sin tregua, sobre todo en las líneas exteriores. La grandeza de contar con dos grandes defensores exteriores de físico privilegiado como Wade y LeBron convertía a los Heat en un suplicio para cualquier backcourt rival. Los de Florida se habían llevado el primer punto de la serie, y en el segundo mandaban 15 arriba comenzando el último y definitivo cuarto. La desesperación tejana ante las líneas defensivas rivales parecían centralizarse sobre todo en un perdido y fuera del partido Jason Terry, el genial escolta de Dallas se estrellaba una y otra vez contra el muro que suponía LeBron James, quien le negaba cualquier posibilidad de desarrollar juego. Los ataques tejanos morían tan lejos de canasta como la distancia que había en el marcador. Miami era superior, pero como ya hemos dicho, Rick Carlisle se mostró en todo momento de la serie como un entrenador dispuesto a cambiar la dinámica si no era favorable para su equipo, o al menos intentarlo. Con algo tan simple pero efectivo como mandar a Nowitzki y a Chandler a realizar un doble bloqueo sobre sus jugadores exteriores (sacrificando a su mejor jugador de ataque a trabajar en esos dobles bloqueos sin continuación directa, para liberar a los exteriores), logró que Dallas se metiera en el partido, con un parcial de 5-22 que precisamente se abrió con una canasta de un Terry liberado que por fin pudo empezar a desplegar su enorme talento ofensivo sobre la cancha Heat, bien acompañado de Kidd. Los Mavericks comenzaron a soplar en el cogote de Miami, el partido se igualó, y como recordarán ahi apareció Nowitzki para culminar otra gloriosa remontada tejana (ya les habíamos visto esa machada ante Oklahoma) con un triple y su bandeja ante Bosh. Punto para Dallas, punto para Carlisle. Uno de los muchos detalles que nos dejó el fantástico entrenador de aire histriónico y parecido al comediante Jim Carrey.  


Allanando el camino para sus locos bajitos.


Pequeños detalles tácticos que nos alegran la vida y nos permiten disfrutar con mayor riqueza de este hermoso juego que tanto amamos por su estética, ética, épica, y la población de hombres extraordinarios que se encuentran por sus canchas. 

Feliz tarde de domingo, y no se despeguen del televisor, van a disfrutar.  


Las torres turcas junto a la dupla Kaman-Nowitzki, dos de los mejores frontcourts del campeonato.

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