lunes, 8 de septiembre de 2014

MUNDIAL 2014: OCTAVOS DE FINAL



Raulzinho, héroe brasileño en octavos.


Ya tenemos cuartofinalistas del Mundial 2014, después de un magnífico fin de semana de puro baloncesto, con ocho partidos, algunos de ellos partidazos, mucha emoción e igualdad en algunos casos, desenlaces sorprendentes, y un gran ambiente en las calles y pabellones de Madrid y Barcelona, con bancadas ilustres como la argentina y lituana, siempre fieles a sus combinados nacionales. Hay que destacar que de los ocho supervivientes en este torneo cuatro son del grupo A, nuestro grupo. Es decir, han ganado todos los que se clasificaron con nosotros. ¿Alguien dudaba que teníamos el grupo más fuerte? De esos cuatro sólo quedarán dos, ya que nos volvemos a enfrentar entre nosotros. Por continentes Europa domina, llevando seis representantes al siguiente cruce, y América se queda con dos.

Estados Unidos hacía los honores de abrir los octavos con su duelo frente a México. Como era previsible el partido no tuvo demasiada historia y los hombres de Coach K dominaron desde el principio para resolver por un nada escandaloso 86-63. En un combinado USA donde estaban destacando sobremanera sus jugadores interiores, el choque de octavos sirvió para ver la mejor versión de Stephen Curry, letal con 20 puntos y 6 triples de 9 intentos. El base de los Warriors afina la muñeca de cara a las citas más exigentes. Gustavo Ayón opuso resistencia por parte mejicana, con 25 puntos y 8 rebotes. El pívot se despide del Mundial sin saber todavía donde jugará la próxima temporada, extraña situación para un jugador de su categoría. 

Francia-Croacia se presentaba como uno de los duelos más inciertos y de pronóstico más complicado de octavos de final. Comenzaba bien el partido para los croatas, desarrollándose al gusto de Repesa. Baja anotación y partido bronco. Poco a poco se fue imponiendo la inteligencia táctica de los galos, representada en un jugador como Boris Diaw, repartiendo juego más que ningún base. El jugador de los Spurs es una estrella generosa que sabe estar en un segundo plano pero es fundamental para su equipo. Sin grandes alardes los franceses fueron remontando y abriendo brecha en el marcador ante un conjunto croata romo en ataque. Un mate de Batum ponía un 46-30 a punto de cerrar el tercer cuarto que parecía definitivo. Los de Repesa apenas anotaban a punto por minuto, y los de Collet, simplemente con oficio, buena circulación de balón, y defensa para intentar algún que otro contraataque, parecían sentenciar el choque. Como suele ocurrir en este tipo de situaciones, cuando los croatas se vieron fuera del partido y del torneo renunciaron al corsé táctico impuesto por su entrenador y aceleraron el ritmo del choque, llevándolo a un frenético “run and gun” donde la metralleta de Bogdanovic (acabó con 27 puntos y 6 rebotes) llegó a ajustar el marcador a 66-64 a falta de 52 segundos tras otro de sus triples. Diot se precipitó en el ataque siguiente buscando responder desde el perímetro, pero su fallo no lo aprovechó Croacia, esta vez Bogdanovic erró el tiro y Heurtel y Batum sentenciaron desde los tiros libres tras las habituales faltas del equipo que se ve abajo en el marcador y busca parar el reloj. Un final muy emocionante, en el que tras tres cuartos de pobre calidad en el juego, los minutos finales si nos brindaron un gran espectáculo. 

Eslovenia cumplió los pronósticos ante República Dominicana, pero los americanos no lo pusieron fácil (lo que hubiera sido esta selección con Al Horford) De hecho comenzaron mandando los de Orlando Antigua, neutralizando a un errático Goran Dragic que cometía sus dos primeras faltas personales en apenas medio primer cuarto. Fue su hermano Zoran quien mantuvo al equipo en el partido (18 puntos), hasta que Goran volvió a hacer acto de presencia y llevar el partido a su terreno. En cuanto Eslovenia obtuvo el mando del partido no lo soltó, manteniendo siempre diferencias en torno a la decena de puntos final (Dominicana apretó poniéndose 55-57 a falta de 6 minutos, pero un parcial de 2-10 definitivamente les dejó sin opciones) Eslovenia sigue y se las verá con Estados Unidos en cuartos. 

España cerraba la primera jornada de octavos frente a la revelación Senegal. No hubo partido. A pesar de la generosidad física de los africanos y de ser capaces de aguantar en ataque en los primeros minutos, el combinado de Orenga dio otro recital, basado en una soberbia conexión Ricky-Pau y finalizando con una aportación coral en la que hay que destacar a un Calderón quien definitivamente ha recuperado el tino en el triple (3 de 4 intentos), recordando al jugador que en la NBA lanza por encima de un 40% en la distancia más letal. Hay que felicitar a Senegal, un soplo de aire fresco entre tanto baloncesto previsible, con jóvenes jugadores de formación universitaria estadounidense y representación española en su preparador físico y en su fisioterapeuta. Ojala sigan creciendo. España, por su parte, sigue realizando un baloncesto espectacular, con una circulación de balón magistral y una actitud defensiva encomiable… y con todo ello siguen los palos a Orenga. ¡Esto sólo puede pasar en España!   


Los Gasol siguen de exhibición.


El domingo se abría con una trabajada victoria lituana ante una Nueva Zelanda que nunca le perdió la cara al partido. El equipo de Kazlauskas mandó y fue superior, pero los arreones “kiwis”, de la mano de un excelso Corey Webster (26 puntos), obligaron a Lituania a disponer de la mejor versión de Jonas Valanciunas (22 puntos, 13 rebotes y 3 tapones) Los oceánicos llegaron a empatar en el luminoso a 65 a falta de poco más de dos minutos, pero dos pérdidas de balón consecutivas y el poderío interior lituano en los ataques siguientes les dejan fuera del torneo, a pesar de la incapacidad europea para sentenciar en el tiro libre (muy fallón Pocius) La canasta decisiva, no obstante, vino desde el perímetro, con un triple del nuevo madridista Maciulis, poniendo el 65-72 a falta de un minuto. Lituania sigue, las gradas lo agradecen, y espera Turquía. 

Serbia-Grecia era otro de los platos fuertes de octavos. Los de Katsikaris llegaban imbatidos y los de Djordjevic sólo habían podido ser cuartos en su fase de clasificación (pero eso sí, en el grupo más fuerte) Parecían favoritos los helenos pero con mucho que decir por parte serbia. El partido no decepcionó. El comienzo fue trepidante y con ambos equipos buscando el aro rival con descaro. Un choque nada especulativo. Si Kalinic “posterizaba” a Bourousis, con un mate en sus narices que nos hacía recordar al de Rudy a Dwight Howard en los Juegos de 2008, el griego respondía en la jugada siguiente con un triple. Si Teodosic castigaba desde el perímetro, Zisis contestaba por parte helena. Parecía el mejor partido de octavos, y la duda era si ambos equipos serían capaces de mantener ese nivel de juego durante 40 minutos. La primera parte fue magnífica, con defensas alternando entre individuales y zonales y los ataques imponiéndose en muchas ocasiones, para deleite del espectador. Serbia se fue a los vestuarios con una ligera ventaja en el luminoso (46-42) tras otro mate con tiro adicional del portento físico Kalinic. Nos preguntábamos si ambos conjuntos serían capaces de mantener el alto nivel los 40 minutos, la respuesta serbia fue afirmativa. No les hizo falta ningún parcial descomunal para romper el partido, simplemente no bajaron el ritmo en momento alguno, y Grecia no pudo seguirles. Cualquier minuto sin anotar por parte helena era castigado por los serbios, que con Bogdanovic a la cabeza (finalizó con 21 puntos) era constante en su martilleo al aro rival. Así empezaron a llegar las primeras ventajas serias para los de Djordjevic, entre 7 y 11 puntos, para en el último cuarto acabar paseándose y dejarnos sin emoción el que podría haber sido el mejor choque de esta eliminatoria pero al que le faltó mayor respuesta griega. Los serbios están crecidos y su duelo contra Brasil puede ser de alto voltaje. 

Turquía-Australia era otro choque sin favorito claro, aunque los “boomers” daban la sensación de tener un poquito más en su baloncesto que los otomanos… y desde luego, tardarán tiempo en darse cuenta de la ocasión que han dejado pasar, ya que dominaron prácticamente todo el encuentro pero no supieron rematar a una selección turca aburrida y desangelada, pero con calidad suficiente para darle la vuelta a un marcador como el de ayer. Y es que finalizando el tercer cuarto los aussies llegaban a tener diferencias rondando la decena de puntos, gracias a la inspiración de su base Dellavedova (gran campeonato el suyo) y al trabajo del siempre eficiente Aron Baynes (15 puntos y 7 rebotes), pero no contaban con el factor Preldzic. El jugador de origen bosnio volvió a ser el líder de los suyos, a pesar de su mala primera parte. Preldzic es un jugador total, un “point-forward”, un “all around player”, capaz de dominar todas las facetas del juego y echarse a su selección a la espalda para llevarla a cuartos de final. Un triple suyo ajustó el marcador cerrando el penúltimo acto (46-50) y dos consecutivos en el último minuto ajusticiaron a una Australia que adoleció de falta de experiencia en finales apretados y pagó su juego especulativo en el tramo decisivo (una perdida de balón crucial al agotar tiempo de posesión). Del 59-64 que ponía Dellavedova a falta de 1:02 para la conclusión, al 65-64 definitivo gracias a la muñeca del jugador de Fenerbahce. Vaya final.      


Preldzic, el héroe que vino de Bosnia.


Y para cerrar unos estupendos octavos de final, el derbi sudamericano por excelencia. Un Brasil-Argentina con claro favoritismo para los de Magnano (argentino, por cierto) Los de Lamas pelearon y tuvieron un gran arranque de partido, pese a la incapacidad de Scola, superado por la defensa de Varejao y Splitter, pero apoyados en el buen hacer de su pareja de bases, Prigioni y Campazzo, que veían aro con facilidad. Los argentinos se dieron el gustazo de llevarse el primer cuarto (13-21), pero pronto cambiaría la historia. Magnano buscó equilibrar el partido con tres “bajos” y al igual que Lamas, con dos bases en pista (Larry Taylor y un soberbio Raulzinho Neto, licenciado definitivamente anoche con sus 21 puntos) Brasil lo notó en fluidez ofensiva y ajustó el marcador al 33-36 con el que se llegó al descanso. La segunda parte fue un paseo brasileño, con un Marquinhos Vieria campando a sus anchas y destrozando la defensa argentina. El ex –jugador de New Orleans es el auténtico “factor X” de los de Magnano, y uno de los pocos, quizás el único, aleros altos que de verdad está desequilibrando en el torneo. No merecía Argentina despedirse de este torneo por una diferencia de 20 puntos, pero Brasil demuestra su fortaleza y que, como muchos vaticinaban, tras Estados Unidos y España es el equipo más fuerte de este torneo. Serbia será su rival de cuartos. 


EL QUINTETO DE OCTAVOS:    

RAULZINHO NETO (BRASIL) 21 puntos (9 de 10 en TC), 2 asists y 1 robo.
STEPHEN CURRY (USA) 20 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias y 1 robo.
BOJAN BOGDANOVIC (CROACIA) 27 puntos, 6 rebotes, 1 asist. Y 1 robo.
JONAS VALANCIUNAS (LITUANIA) 22 puntos, 13 rebotes y 3 tapones.
MARC GASOL (ESPAÑA) 9 puntos (100% en TC), 6 rebs, 4 asists y 4 tapones.

ENTRENADOR: 

ALEKSANDER DJORDJEVIC (SERBIA)



EL QUINTETO DEL MUNDIAL: 

GORAN DRAGIC (ESLOVENIA) 16.5 puntos, 2.7 rebotes y 4.3 asistencias p.p.
JAMES HARDEN (USA) 12.5 puntos, 2.5 rebotes y 4 asistencias p.p.
NEMANJA BJELICA (SERBIA) 11.8 puntos, 7.3 rebotes y 1.8 asistencias p.p.
KENNETH FARIED (USA) 12.8 puntos y 7.8 rebotes por partido.
PAU GASOL (ESPAÑA) 20.5 puntos, 5.5 rebotes y 1.5 asistencias p.p.

ENTRENADOR: 


JUÁN ANTONIO ORENGA (ESPAÑA)

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