lunes, 8 de agosto de 2016

UN AMARGO TRASNOCHE




Pau no fue suficiente.





Ayer tocó trasnochar para ver el debut de nuestra selección española de baloncesto masculino, y con ello complicar todavía más nuestro particular síndrome post-vacacional, ese lujo de Occidente (lujo, porque sabemos que hay gente que no se puede ni permitir vacaciones) al que nos vemos abocados hoy (aunque la semana que viene nos volveremos a ausentar unos días, con la habitual inactividad del blog por lo tanto), sumidos además en la tristeza y cierta preocupación por un traspiés peligroso que complica desde luego la primera plaza del grupo, y veremos si algo más. 


Todo ello pese a dominar el encuentro durante gran parte del mismo, con un comienzo arrollador basado en el poderío de nuestra pareja interior Mirotic-Gasol (anotaron 17 de los 21 puntos del primer cuarto, los otro 4 llevaron la firma de Llull) Primer aspecto a tener en cuenta: la excesiva dependencia de la ex –pareja de los Bulls. En efecto, con el hispano-montenegrino y el de Sant Boi en el banquillo España comenzó a experimentar serios problemas en ataque, pero gracias a una extraordinaria actitud defensiva (destacable Felipe Reyes sobre Dario Saric, la gran estrella croata junto a Bogdanovic) los de Scariolo no dejaron meterse al rival en el partido. Buenos minutos en la dirección de Sergio Rodríguez estiraban la diferencia hasta los 12 puntos lindando el descanso (26-38 a 49 segundos del final del segundo cuarto), pero dos triples consecutivos, el segundo de Hezonja sobre la bocina, dejaban el marcador en un ajustado 32-38. Demasiado premio para una Croacia que había sido muy inferior en la primera parte. 


Nada hacía prever el descalabro final cuando tras el paso por los vestuarios España llegaba a tener hasta 14 puntos de diferencia (36-50, a 2.45 de cerrar el tercer cuarto) Sin un juego excesivamente brillante, y con una gran dependencia anotadora de Pau Gasol, la concentración defensiva de jugadores que no brillaban en ataque como Ricky Rubio, Rudy Fernández, Víctor Claver o Felipe Reyes permitía a los nuestros soñar con la primera victoria en el torneo y de un modo incluso plácido. Ya habría tiempo para corregir carencias ofensivas. Pero Croacia no se rendía. Ese extraño jugador que es Darko Planinic volvía a demostrar su capacidad para hacer daño pese a sus carencias. Pocos jugadores hay en Europa capaces de sacar tanto con tan poco. Sus rebotes ofensivos y su facilidad para “estorbar” en la zona española fueron minando poco a poco la resistencia española. Auténtica labor de pico y pala. Y entonces apareció Ukic. Cinco puntos consecutivos del base croata acercaban a siete a los de Aza Petrovic. Una bandeja fácil de Bogdanovic los ponía a cinco. Se intuía la zozobra. Mirotic fallaba un tiro libre y Planinic, el gran zapador, anotaba sus dos lanzamientos después de sacar otra falta en la zona española. A cuatro. Pero el propio Mirotic lo arreglaba con otro triple característico desde la esquina, y un robo de Ricky Rubio estuvo a punto de estirar aún más el marcador. Siete arriba para emprender el último acto, en el que el guión no cambiaba: balones a Pau. Pero las imprecisiones en ataque, los malos pases y balones perdidos comenzaban a hacer mella. Ukic se fabricaba otro triple para poner a Croacia a un punto, y Babic culminaba en mate un contrataque que ponía a nuestros rivales por delante en el marcador por primera vez desde el 4-0 inicial. El partido se convirtió entonces en un duelo anotador entre Bogdanovic y Pau, con una España que parecía saber gestionar mejor los electrizantes minutos finales. Dos tiros libres de Llull nos ponían 3 arriba a 3 minutos del final, pero un incomprensible balón perdido por el Chacho permitía a Simon culminar un parcial de 5-0 que abocaba el partido a un final a cara o cruz. Pero no estuvimos acertados en los 90 segundos finales, y sólo un triple de Mirotic parecía dar esperanzas, poniendo el 71-70 a falta de 17 segundos. Mandamos a Saric a la línea del libre, quien con su fallo en el primer lanzamiento nos daba esperanzas. El propio Saric sentenciaba nuestras posibilidades con su tapón sobre Pau Gasol en lo que parecía una buena opción para llevar el encuentro a la prórroga. La perla croata, próximo compañero de Sergio Rodríguez en Philadelphia, demostraba de nuevo su enorme calidad e importancia en el roster de su país. Pese a su mal partido en ataque (1 de 7 en tiros de campo, 3 de 6 en libres), sus 7 rebotes, 5 asistencias, y sobre todo ese tapón final sobre Pau le vuelven a señalar como uno de los jugadores a seguir en este torneo, y la Croacia de Alexandr Petrovic, después de sorprender a Italia en el Pre-Olímpico de Turín sigue dejando claro que es un equipo con un enorme corazón competitivo. 


Amargo trasnoche por lo tanto para los nuestros, que se ven ahora en una situación delicada de cara a su próximo encuentro contra Brasil. Choque que se antoja dramático, ya que los anfitriones también se han estrenado con derrota, sorprendidos por una fortísima Lituania que llegó a estar aplastando a los cariocas al descanso (29-58) para ver como los locales casi logran una histórica remontada. Argentina por su parte cumplió los pronósticos derrotando a Nigeria con un gran Facu Campazzo (19 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias y 5 robos) 


En el otro grupo llama la atención la contundencia con la que Australia, basada en su trío estelar NBA Mills-Dellavedova-Bogut aplastó a una débil Francia, mientras que Serbia y Estados Unidos no dieron opción alguna a Venezuela y Estados Unidos respectivamente. Kevin Durant, por si quedaba alguna duda, apunta a claro dominador a nivel individual del torneo, con 25 puntos (5 de 8 en triples), 4 rebotes y 6 asistencias en sus primeros 22 minutos de juego. 

 


KD sacó la metralleta en su estreno.




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