martes, 5 de septiembre de 2017

JUANCHO VENGA A PAU EN EL PARTIDO MILENARIO




Saric taponó el tiro decisivo de Pau en 2016...


Escribíamos ayer que posiblemente desde Pau Gasol ningún jugador ilusionaba tanto en su primer verano con la selección española como Juancho Hernángomez. Salvando todas las distancias posibles en cuanto a perfil y calidad (en el caso de Pau hablamos de un siete pies que domina todas las facetas de juego y que después de arrasar en ACB fue Rookie of The Year en la NBA, mientras que Juancho es un power-forward de buena mano y mejor físico que deslumbró en Estudiantes y no ha pasado de hacer un año discreto en su primer curso en Denver), Juancho ha caído de pie en el combinado de Scariolo y en el gusto del aficionado. Esta sigue siendo la selección de Pau, de Navarro, del Chacho o de Ricky, pero para quienes necesitan constantemente de caras nuevas Juancho representa la España que viene y que ya está aquí.  


Para seguir aspirando a tomar el relevo de Pau en el cariño colectivo Juancho Hernángomez nos deja una jugada clave hoy para ganar un partido que definitivamente cierra un excelso Ricky Rubio desde el tiro libre con su tapón a Bojan Bogdanovic. No fue una jugada cualquiera, como tampoco era un partido cualquiera, ya que celebrábamos nuestro partido número 1000 como selección española. Con tres puntos abajo Bogdanovic encaraba el aro español a falta de 15 segundos para el final para ajustar el marcador y mantener con opciones a su equipo cuando se encontró con el vuelo del alero madrileño cerrando el camino del aro. La jugada nos recordó inevitablemente al tapón de Saric hace un año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro sobre la última bola de España, un tiro de Pau Gasol, para amargar nuestro debut en aquellos Juegos en los que finalmente no nos bajamos del podio pese al despelleje (por desgracia ya habitual) al que muchos aficionados sometieron a los de Scariolo tras perder los dos primeros partidos contra Croacia y el anfitrión Brasil. Era una gran Croacia, muy parecida a la de este verano, en la que Alexandr Petrovic descubría que definitivamente su equipo juega mejor sin Ante Tomic (cosa que el Madrid de Laso descubrió ya hace varios años) Es curioso. No creo que la España del año pasado contra esa gran Croacia que a punto estuvo de cargarse a Serbia en cuartos de final jugase peor que la de hoy, pero qué distintas son las reacciones del aficionado. Un juicio dispar en base a un tapón en contra o un tapón a favor. La España del verano pasado era un desastre, sin hambre y sin motivación y jugando muy por debajo de sus posibilidades. La de hoy ha sido una España épica sobreponiéndose a un arbitraje hostil y contra un rival dificilísimo (repito, tan dificilísimo como el pasado verano)   


Lo cierto es que el partido de hoy demuestra que pese a nuestro favoritismo, este Europeo no va a ser nada fácil. Al contrario, la calidad de los rivales no es baladí, y Croacia es uno de esos múltiples aspirantes a desbancar nuestro reinado (junto a Serbia, Francia, Lituania, Eslovenia, Rusia, Grecia o Italia... un abanico de rivales con los suficientes argumentos como para en un momento dado, en uno de esos partidos de conjunciones astrales en los que nada sale, nos quedemos con la miel en los labios) 


La puesta en escena de los de Petrovic fue fastuosa, con Dario Saric como jugador total, el infravalorado Simon (uno de esos jugadores que se transforma con la camiseta de su selección) metiendo por dentro y por fuera, y el jovencísimo Dragan Bender demostrando que ha venido a ser el amo de la zona croata por muchos años (¿quién dicen que es ese tal Ante Tomic?) Ventajas de 10-1 o 13-3 para los croatas advertían que la cosa iba en serio. Pero entre Ricky Rubio y San Emeterio lideraron un parcial de 2-9 para ajustar el marcador. A Petrovic le falló el "scouting" con el base de Utah y Ricky no se lo perdonó con constantes miraditas al banquillo. Rubio llevaba 5 de 9 en triples hasta este partido, y hoy hizo 2 de 5. Peor fue lo de los tiros libres. El entrenador croata no debía saber (es disculpable, la mayoría de aficionados españoles tampoco lo saben) que el catalán esta temporada ha lanzado con un brutal acierto del 89% desde la "charity line". No era la mejor opción para mandar a la línea con el partido igualado.  


Una igualdad recuperada después de que en el segundo cuarto España tomase el mando con Ricky y Chacho en la pista y llegase a ponerse hasta diez arriba (28-38, a 1.54 para llegar al descanso) En los dos minutos finales Petrovic frenó la sangría y dos canastas de Simon y Zoric dejaban a los croatas a seis puntos. El tercer cuarto fue de ellos, coincidiendo con el despertar de Bogdanovic. El ex del Fenerbahce se había ido a los vestuarios con la extraña cifra de cero puntos en su casillero. En el tercer acto metió once. 22-15 de parcial para los balcánicos que cerraban el cuarto un punto arriba, 54-53.  


España resistía al comienzo del acto definitivo con sus secundarios de lujo. Oriola y Juancho Hernangómez aportaban puntos e intensidad defensiva, y en la recta final el Chacho volvía a demostrar que le encantan los finales calientes. Siete puntos decisivos en los minutos definitivos llevaron su firma, entre ellos la canasta tras robo de Ricky (Scariolo volvía a apostar por dos bases) que ponía un 63-68 esperanzador a 2.40 para el final. Y llegó el lío... en una lucha por el rebote con el ubicuo Saric a Pau Gasol se le señalaba una falta que encendía los ánimos del jugador de Sant Boi. Extrañamente en un jugador de su experiencia, Pau perdía los nervios y protestaba airadamente al árbitro que le cobraba una técnica, que precedía a otra a Scariolo. Cuatro tiros libres y posesión. Los croatas se metían en el partido con los puntos de Saric desde la línea, pero afortunadamente desaprovechaban hasta tres posesiones (gracias a su rebote ofensivo) y una buena defensa española les hacía agotar los 24 segundos de posesión. El Chacho se volvía a gustar con un lanzamiento lejano cuando más calentaba el balón, a lo que respondía Bogdanovic con una canasta rápida. El partido entraba entonces en el habitual carrusel de tiros libres en el que España demostró su sangre fría para sumar su cuarta victoria por ninguna derrota. La primera plaza asegurada y a esperar rival para octavos. Perdonen la expresión, pero en ese terreno entramos en un guirigay tremendo, ya que no es nada descartable que haya hasta un cuadruple empate con balance 3-2 entre Lituania, Serbia, Rusia y Turquía (simplemente con que Rusia y Serbia cumplan sus pronósticos ganando a Gran Bretaña y Bélgica, ya sin opciones, y que Turquía gane a Lituania.. si por el contrario los de Porzingis vencen a los anfitriones otómanos nuestro rival será con toda seguridad Turquía)  


La cuarta victoria, la más sufrida, pero la de más lustre. En la que nos sacamos la espina de la derrota del pasado verano en Brasil. En la que Juancho se cobra una venganza en nombre de su líder y referente Pau Gasol.  






Y Juancho se lo devuelve a Bogdanovic en 2017.




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